Pasan los días y el peso del tiempo, como el paso, me hacen contemplar, aturdido, la obstinación en procurarse un sino tan infausto como innecesario.
¿Esa fue tu mejor elección?
Eres imbécil. Y tus elecciones confirman lo que siempre sospeché. O tal vez lo supe, y de ahí nuestro final.
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